martes, febrero 13, 2007

Panamá ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos

“Sólo las personas que hemos sufrido la desaparición de un ser querido, pueden entender la clase de dolor y frustración, que es parte de nuestra vida cotidiana, una herida sin sanar”
Patria Portugal

Sobre el caso Heliodoro Portugal


Han pasado mas de 30 años desde la desaparición del líder sindical Heliodoro Portugal, hecho que junto a otros casos de violaciones a los derechos humanos ha trascendido hasta instancias legales internacionales, procurando escapar de la oscuridad que nuestro “sistema de justicia” ha propiciado para los casos de más de 140 desaparecidos durante la dictadura militar, manteniendo en la impunidad la mayoría de los autores materiales e intelectuales de estos atropellos a la dignidad humana.

Patria Portugal, hija del desaparecido, ha esperado en vano más de 10 años por una respuesta de parte del Estado panameño. En 1990, cuando pone la denuncia ante la fiscalía, la decisión del juez, a petición del fiscal, fue dar un sobreseimiento provisional que duró hasta el año 2000 con la reapertura del caso al encontrar osamentas en el antiguo Cuartel de Tocumen. En el 2001 fue citada por el Procurador General de la Nación para informarle que nuevas pruebas de laboratorio habían dado como resultado que las osamentas que ella tenía enterradas no pertenecían a las de su padre. Después de este hecho no se han dado mayores respuestas por parte del Estado panameño, en una muestra más del estado del sistema de justicia plagado de mora judicial, aplicación diferencial del derecho, encubrimiento de crímenes de una era caracterizada por la violencia contra opositores al régimen dictatorial.

El 31 de mayo de 2001 la denuncia inicial fue presentada por CEJIL y Patria Portugal ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que al finalizar un año después, el 25 de octubre de 2002, su 116° período ordinario de sesiones emitió informe de admisibilidad en el caso Heliodoro Portugal contra la República de Panamá. El pasado martes 23 de enero de 2007, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos demandó a Panamá ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la presunta desaparición forzada del líder sindical Heliodoro Portugal, ocurrida el 14 de mayo de 1970.

En respuesta, el 25 de enero de 2007, el Ministerio de Relaciones Exteriores emite un comunicado en donde notifica que la Comisión elevó la demanda a la Corte Interamericana de Derechos Humanos; en la misma nota afirma que las recomendaciones hechas por parte de la Comisión Interamericana están siendo atendidas como lo es la decisión del Consejo Municipal de Panamá de designar como Heliodoro Portugal la antigua Calle “C” del Corregimiento de Santa Ana.

Esta es la segunda demanda contra Panamá por violaciones a la Convención Interamericana de Derechos Humanos, la primera fue por el caso Ricardo Baena y otros, dónde se llegó hasta cuestionar la competencia del mencionado tribunal para supervisar el cumplimiento de sus sentencias. Esperamos no se repita el conveniente “error”. Es principio básico del derecho internacional, respaldado por jurisprudencia, la obligación de los Estados de cumplir los pactos firmados (artículo 27 de la Convención de Viena).

Estas situaciones opacan el perfil internacional de Panamá mientras se mantiene en la desinformación a la comunidad panameña. Más allá de comisiones, el gobierno PRD debiera mostrar interés por quitarse este peso histórico de encima, ¿o es que por mantener una impunidad vestida a la fuerza de reconciliación nacional, jamás alcanzaremos verdad y justicia?

No podemos seguir demostrando conciencia por temporadas como si de moda se tratase, tal como tememos que pase con los casos del transporte público y los medicamentos. Lo que está en juego es la vida, la dignidad humana, y la convivencia social pacífica.

Existe el deber de investigar, juzgar y reparar el daño causado en éste y otros casos; existe el deber humano y ciudadano de exigir que esto se cumpla junto a un adecentamiento general del sistema de justicia, por encima de la mal entendida y peor ejercida práctica política nacional que debilita el sistema democrático.

El coraje, la perseverancia y valentía de Patria Portugal es ejemplo para nosotros. El comportamiento del Estado panameño, de los gobiernos que han ostentado el poder estatal es deplorable. Nuestra cultura ciudadana, mientras se mantenga como hoy, es inaceptable.

Cristel De León 4-742-1627
Joao Quiróz Govea 8-800-1947
Ramón H. Benjamín M. 8-726-2480
Eduardo L. Lamphrey J. PE-10-1143



Ciudad de Panamá, lunes 12 de febrero de 2007

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este señor no fue uno de los que conspiro contra el regimen militar, pero tratando de favorecer a las facciones arnulfistas?

Ramón Benjamín dijo...

Estimado Anónimo, le escribe Ramón H. Benjamín M., miembro del olectivo DDHHUP.

Para efectos de nuestro trabajo, las conspiraciones contra un régimen militar y las relaciones con facciones políticas no afectan la verdad de la desaparición forzada como una violación a los derechos humanos. Tomar tales consideraciones haría poco serio nuestro esfuerzo.

En lo personal tengo mis inclinaciones ideológicas,lejos de ambos polos de la política tradicional nacional, pero espero que eso no me haga menos humano frente a quienes tengan el compromiso histórico de recordarnos la dignidad humana en determinado momento. Y eso es lo que hacemos.

Saludos y muchas gracias por su participación.